lunes, 22 de febrero de 2016

SIN FRACASO NO HAY ÉXITO

Sin fracaso no hay éxito...
Seguro que en alguna ocasión has terminado una prueba y lo has hecho mucho peor de lo que esperabas. Has empeorado tiempo o posición respecto a las expectativas que te habías marcado de inicio. Y a partir de aquí, surgen preguntas del tipo: ¿Qué me ha pasado? ¿Qué he hecho mal? ¿Estoy entrenando bien?
No le des más vueltas al coco. Vamos a intentar con este artículo, que no veas el fracaso como algo negativo, sino como parte de un proceso de crecimiento que te llevará hacia el éxito. Podríamos decir que antes de alcanzar nuestro objetivo, deberemos tropezar muchísimas veces, y no por ello, estamos fracasando. Al contrario, estaremos creciendo en pos de ese objetivo que nos hemos planteado.

El mundo del deporte de competición es muy exigente a todos los niveles, porque siempre nos estamos midiendo en función de lo que cada uno ha conseguido. Esto lo único que hace es aumentar la presión sobre uno mismo y condenarnos al fracaso. ¿Por qué no valorarnos de otra manera? Vamos a cambiar la forma de ver las cosas, y os propongo lo siguiente: Valorarnos por el esfuerzo que hayamos hecho, por lo que hemos dado de nosotros mismos; Intentaremos dar lo mejor que llevamos dentro y auto felicitarnos por eso, no por un resultado. Esto mismo debería aplicarse en el deporte de formación o escolar, enseñando a los niñ@s a hacerlo lo mejor que puedan, olvidándose de resultados.
Hay muchos factores que pueden afectar sobre tu rendimiento deportivo, pero lo que no debes permitir es que factores externos (críticas, presión de resultados, comentarios, etc) condicionen la competición. El ser humano es falible (que puede fallar o equivocarse) y como tal, existe la posibilidad de que las cosas no salgan como esperas. Tu motivación a la hora de afrontar la meta siempre debería ser la de DAR LO MEJOR QUE LLEVAS DENTRO. Esto es el aquí y ahora, y para eso has trabajado. Da igual lo que te digan y lo que esperen de ti. Eres tú contra ti mismo, intentando sacar a relucir la fiera que llevas dentro. Métetelo en la cabeza. Olvídate por un momento de tiempos de paso, cronos, relojes y rivales, y céntrate en disfrutar del proceso que estás a punto de vivir. Piensa en lo afortunad@ que eres por ello, porque otros no tienen esa posibilidad o no se han atrevido. Estás a punto de competir contra ti mismo, y eso si que motiva. Terminar una prueba ya es un triunfo de por si, nunca un fracaso. Deberías de sentirte satisfech@ simplemente por el hecho de haber competido. 

Tal vez, al terminar, no hayas mejorado tu marca o resultado esperado, pero seguro que valorarás muchísimo el haber hecho todo lo posible por intentarlo. Ahora sí, no permitas que ese resultado te condicione negativamente, y apúntate cuanto antes a una nueva competición...
No lo olvides, cada fracaso nos acerca más a nuestra meta.
#prohibidorendirse



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