miércoles, 1 de julio de 2015

24 HORAS SIN RENDIRSE

Dicen que el atletismo es un deporte individual... hasta que corres una prueba de 24 horas por relevos. La experiencia vivida este pasado fin de semana en las 24 horas RUN de Las Palmas me ha demostrado lo grande que este deporte en lo que a valores se refiere. Compañerismo, camaradería, respeto, motivación,... son palabras que acompañarán cada uno de los párrafos de esta publicación.


No era un prueba marcada en el calendario, pero surgió de improvisto la posibilidad de participar, y en menos de dos días, habíamos montado un equipo de 12 "Titanes" para recorrer la arena del Parque Romano. El nombre del equipo estaba claro desde el principio: PROHIBIDO RENDIRSE. Sería el estreno en competición de nuestra marca, de nuestro lema, y para ello había que tratar de hacer las cosas lo mejor posible.Todos y cada uno de los participantes del equipo sabemos de la importancia de la constancia y sacrificio en el deporte, de la necesidad de levantarse cada vez que hay un tropiezo, y en esta prueba no iba a ser  menos.


29 equipos y 11 participantes individuales. Cada uno con su planificación, estrategia, horarios, avituallamientos, equipaciones y, por delante, cientos de kilómetros por recorrer. En nuestro caso, 12 caras casi conocidas, todos ligados al deporte, no todos atletas. Este fin de semana la palabra deportista le ha quedado muy pequeña a muchos de ellos, porque han sido tan grandes, que no encuentro la palabra para definirlos.


Un boxeador que llega de un combate a las 8 de la tarde y se "manda" 15 kilómetros en una hora, para repetir lo mismo unas 6 horas después. El estudiante de medicina que tras competir en una prueba de 9 kilómetros en la mañana del sábado hace 17 kilómetros a 3'38" a las 19:30 y después, a las 4 de la mañana, hace otros tantos a 3'48". "El malo del equipo"( eso decía él), que hizo los kilómetros más rápidos de su vida sumando unos 30 y pico en las piernas. Los salvajes (no usaré sus nombres, podrían multarlos los radares de la Avenida Marítima de Las Palmas por la velocidad alcanzada en la prueba). Demostración de poderío y fortaleza, pero sobre todo, compañerismo entre los 3. El de las cintas rosas por todas las piernas (Dios mío -pensaba para mí -este hombre no termina la prueba). Increíble su saber estar, su compromiso. El graciosero, que prefirió adentrarse en esta aventura en vez de asistir a un importante evento familiar. Grande y cumplidor como siempre. GRACIAS. El lesionado del equipo, que no pudo correr aunque quiso intentarlo,  pero allí estaba, apoyando, hora tras hora, empujando al resto. El rubio, el Hai que Roelo. Seguridad y entereza en cada una de sus cortas zancadas, y para colmo, todo con una sonrisa y cachondeo. GRANDE. Y por último el CAPI, el que se lo ha currado, el que hizo esto posible, el que unió al grupo y se preocupó de todo lo que los demás no nos preocupamos. Todo esto es culpa tuya. El que escribe sólo tuvo que ocuparse de que no os faltase de nada el día de la prueba.


377 kilómetros de relevos, donde la última vuelta en grupo fue el mejor premio recibido para todos. Más de 300 corredores en el Romano ya no éramos desconocidos los unos de los otros. Habíamos compartido sudor y sufrimiento en cada una de las vueltas. Nos habíamos saludado y sonreído en cada uno de los giros. Habíamos compartido momentos y charlas en los jardines abarrotados de botellas, mochilas y camisetas. Esos más de 300 ganadores ya tienen grabado en su piel el "YO CORRÍ LAS 24 HORAS RUN".


Y como en todo, toca agradecer a este equipo de titanes su labor desempeñada durante el pasado fin de semana, y a las empresas que lo han hecho posible (Gran Karting Club y Barpimo), porque gracias a todos ellos, ha sido posible.

Nos vemos en la arena...GLADIADORES.

#PROHIBIDORENDIRSE











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